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El botulismo es un síndrome neuroparalítico poco frecuente causado por el Clostridium botulinum (C. botulinum). Libera una neurotoxina mortal (toxina botulínica) que provoca diversos grados de parálisis muscular y distintos síndromes clínicos. Los tipos más comunes de botulismo son los transmitidos por alimentos y el infantil. El botulismo se presenta con visión borrosa, insuficiencia respiratoria y una parálisis flácida simétrica y descendente. La caracterización incluye el sensorio intacto, frecuencia cardíaca y presión arterial normales, ausencia de fiebre y ausencia de déficits sensoriales. El diagnóstico se realiza por motivos clínicos y puede confirmarse mediante el aislamiento de las bacterias o toxinas a partir de heces, muestras de las heridas o fuentes de alimentos. El enfoque del tratamiento de un caso de botulismo debe incluir el manejo rápido de la insuficiencia respiratoria, la administración de la antitoxina y los cuidados de soporte para la parálisis.
Última actualización: Dic 22, 2022
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El botulismo es un síndrome neuroparalítico poco frecuente causado por la bacteria Clostridium botulinum (C. botulinum), que libera una neurotoxina mortal (toxina botulínica), que provoca diversos grados de parálisis muscular y distintos síndromes clínicos.
El medio de exposición a la toxina determinará el tipo de botulismo; la toxina no se absorbe a través de la piel intacta.
La exposición puede producirse a través de los siguientes mecanismos:
Mecanismo de patogénesis:
La presentación clásica del botulismo incluye parálisis simétricas de los nervios craneales y parálisis descendente. Las 5 características clave del botulismo son:
Las neuropatías craneales son comunes en todos los tipos de botulismo. La presentación clásica incluye las “4 D” (síntomas bulbares):
El botulismo se presenta con hallazgos autonómicos:
Una historia clínica y un diagnóstico detallado son importantes en el botulismo, ya que las pruebas tardan mucho tiempo. Si los antecedentes del caso son altamente sugestivos de botulismo, el tratamiento no debe retrasarse.
La antitoxina es la piedra angular del tratamiento del botulismo. En Estados Unidos existen dos presentaciones principales:
Antitoxina botulínica heptavalente:
Inmunoglobulina botulínica humana intravenosa (BIG-IV):