¿Qué es la Metacognición?
El término “metacognición” se refiere al pensar sobre la cognición(1), o al conocimiento, monitoreo y evaluación del pensamiento de uno mismo. Cuando René Descartes, filósofo del siglo XVII, declaró “Pienso, luego existo”, estaba esencialmente pensando sobre el pensamiento, y subsecuentemente haciendo conclusiones sobre la existencia. Estaba siendo partícipe de una forma de “meta-pensamiento”, un proceso que es un principio central en la filosofía contemporánea. Quizás un ejemplo más cercano de la metacognición en acción es cuando alguien piensa para sí mismo, “¿Cómo recordaré esto?” o “¿Realmente necesito saber esto?”. Sea que se esté refiriendo a un número de teléfono, una lista de compras, nervios craneales o la misma existencia, el asunto del pensamiento es el pensamiento en sí.
La metacognición ha sido, cada vez, más descrita e investigada dentro del campo de la psicología cognitiva a través de las últimas dos décadas(2), y sus implicaciones se han vuelto aparentes en varios otros campos también. Al mismo tiempo, los avances en el campo de la neurociencia han traído un entendimiento más profundo de los fundamentos neurocientíficos de las estrategias cognitivas del aprendizaje, las que aplican ahora la metacognición también. Evidencia reciente procedente de neuroimagenología revela que la corteza frontal es particularmente importante en los procesos metacognitivos y que puede separarse de los procesos de memoria en sí(2,3). Esto sugiere que, a pesar de la variabilidad de las habilidades de memoria de los aprendices, es posible una mejora a nivel meta, con potenciales implicaciones para el aprendizaje.
Metacognición en la Educación Médica
La relevancia de la metacognición para el campo de la educación médica se debe a sus implicaciones en el entendimiento de cómo los estudiantes aprenden y qué estrategias de aprendizaje y enseñanza son más efectivas que otras. También es parte del proceso vital de autoevaluación que intenta responder la pregunta “¿Realmente sé lo que creo saber? Desafortunadamente, aún no se comenta rutinariamente la metacognición con los estudiantes, y los educadores usualmente simplemente asumen que los estudiantes ya han desarrollado habilidades metacognitivas.
Estudios muestran que el uso de la metacognición en estudiantes de medicina varía ampliamente, y que a pocos estudiantes se les enseña explícitamente estrategias metacognitivas. Un reciente estudio sobre perspectivas del estudiante de medicina y sobre el uso de la metacognición reveló que los estudiantes tienden a monitorear su aprendizaje autorregulado con pistas inapropiadas(4), y que aquellos que carecen de habilidades metacognitivas usualmente dependen de prácticas de estudio débiles, como la relectura y materiales de revisión; usan estrategias de aprendizaje inefectivas y pasivas; y tienen demasiada confianza en sus habilidades(5,6). Los estudiantes también dependen de fechas de exámenes y fechas límite para regular y programar su estudio, en vez de preparar planes detallados en línea con sus objetivos educacionales(7).
Los estudiantes con mayor conciencia metacognitiva se enfocan en aprender con pericia, tienen mayor motivación y tienen mejor desempeño(8), mientras que los estudiantes que muestran falta de dominio tienden a tener dificultades académicas y muestran pobre conciencia metacognitiva(9). Se ha propuesto que la instrucción explícita sobre la metacognición y las habilidades metacognitivas afecta positivamente las habilidades de pensamiento crítico, así como la precisión diagnóstica. Al enseñarse junto con la importancia de su práctica reflexiva para evitar sesgos metacognitivos, esta tiene el potencial de reducir errores diagnósticos y mejorar la seguridad del paciente(10). Incorporar estrategias metacognitivas en el salón de clase ayuda a los estudiantes a planificar, monitorear y evaluar su propio aprendizaje(4).
Imagen 1: Estudiantes de medicina con diferentes enfoques para el aprendizaje pero con similar percepción de disposición para un examen. El estudiante 1 (izquierda) representa el enfoque de la mayoría de estudiantes para el aprendizaje. El estudiante 2 (derecha) tuvo resultados significativamente mejores en el examen.
La imagen 1 ilustra cómo las habilidades metacognitivas hacen la diferencia en cómo aprenden los estudiantes de medicina. El estudiante 2 tuvo resultados significativamente mejores que el estudiante 1, por ejemplo, y el estudiante 1, cuya dificultad comparten muchos estudiantes, se quedó con la duda de qué fue mal. Sin embargo, ambos estudiantes, a pesar de tener muy diferentes habilidades metacognitivas y estrategias de estudio, se sintieron seguros y listos de dar su examen.
Esto nos lleva a una de las más grandes dificultades en el aprendizaje: el sesgo metacognitivo y la ilusión de saber(11), que los aprendices experimentan cuando “sienten” que han aprendido un concepto, cuando de hecho aún está primariamente en su memoria operante. En realidad, aún tienen que trabajar duro para establecer enlaces y vías sólidas hacia el neocórtex, donde reside la memoria duradera.
Investigadores han demostrado consistentemente que los aprendices sobreestiman su conocimiento y experiencia. En un estudio de 1999, los psicólogos David Dunning y Justin Kruger examinaron el conocimiento de los estudiantes y captaron su experiencia en ciertos tópicos. Los resultados demostraron que los estudiantes que estaban por debajo de un cierto umbral de conocimiento sobreestimaron su experiencia, un fenómeno al que se le conoce comúnmente como el efecto Dunning-Kruger(12).
Imagen 2: El efecto Dunning-Kruger se ve representado por el pico en la izquierda. A pesar de la limitada competencia, los niveles de confianza son muy altos.
Este fenómeno fue consistentemente descrito en posteriores estudios en distintos campos. Un ejemplo práctico del efecto de Dunning-Kruger en acción es con el uso de flashcards, una herramienta de estudio usada por muchos estudiantes de medicina. La literatura muestra que es probable que los estudiantes prematuramente se “deshagan” de los flashcards antes de que realmente dominen el tema, resultando en efectos negativos para el aprendizaje. La efectividad de las herramientas de estudio que se basan en la autorregulación finalmente dependen de la habilidad metacognitiva del estudiante(13).
Ahora comprendemos cómo el pobre planeamiento e inadecuadas técnicas de estudio afectan negativamente el aprendizaje a nivel neurobiológico. La privación del sueño dificulta la neuroplasticidad y consolidación neuronal, y el estrés excesivo puede afectar negativamente procesos neuroquímicos cruciales para establecer procesos de pensamiento efectivos(14-16). La percepción del éxito, sea certera o no, puede llevar a liberación de dopamina, resultando en una sensación de placer. En cambio, un desempeño desfavorable crea un estímulo desagradable. Esto lleva a que los estudiantes quieran convencerse a sí mismos de que han dominado un concepto, cuando este no es el caso.. Adicionalmente, las habilidades transitorias de almacenamiento de la memoria operante pueden llevar a la ilusión de entender el concepto(11). Por lo tanto, las habilidades metacognitivas son cruciales para optimizar el proceso de aprendizaje.
Elementos de la Metacognición
La metacognición puede comprenderse como dos elementos distintos: conocimiento y regulación metacognitiva(17), los que se dividen en los subelementos, mostrados en la Imagen 3.
Imagen 3: Los diversos elementos de la metacognición
Conocimiento Metacognitivo
El conocimiento metacognitivo está compuesto de tres partes: conocimiento declarativo, conocimiento procedimental y conocimiento condicional(17,18).
El conocimiento declarativo se refiere a qué conoce el aprendiz sobre sí mismo y sobre sus procesos de aprendizaje. También involucra a la metamemoria, o la conciencia de la memoria de uno mismo. Los estudiantes podrían preguntarse qué experiencias previas han tenido con el tema y qué estrategias los ayudaron a aprender y recordar; también podrían intentar identificar sus fortalezas y debilidades.
El conocimiento procedimental es la conciencia sobre la ejecución de tareas, por ejemplo cómo las estrategias de aprendizaje pueden ser usadas. A modo de ilustración, un estudiante podría saber que la repetición espaciada es un método efectivo, pero podría no tener las habilidades o el conocimiento necesarios para implementarla. Los educadores pueden necesitar elaborar estrategias adecuadas para las tareas asignadas(17).
El conocimiento condicional se refiere a la habilidad del aprendiz de decidir cuáles estrategias de aprendizaje aplicar a una tarea asignada. Por ejemplo, elaborar tarjetas de notas puede ser una estrategia efectiva para recordar los pasos de un procedimiento o identificar estructuras anatómicas, pero sería una estrategia pobre para habilidades más complejas como determinar un diagnóstico diferencial.
Regulación Metacognitiva
La regulación metacognitiva se refiere a la capacidad del alumno para supervisar y controlar su cognición mientras aprende. La planificación suele producirse antes del aprendizaje, y combina el conocimiento metacognitivo con la evaluación de la tarea y los recursos disponibles, y el establecimiento de objetivos (5,8,19). El seguimiento se refiere al proceso activo de evaluar la comprensión y determinar si las estrategias de aprendizaje son efectivas. La evaluación consiste en que el alumno determine si su plan y sus estrategias han sido efectivas(5,19).
En un estudio de 2015, los investigadores midieron las habilidades metacognitivas de los estudiantes de primer año de medicina al principio y al final de su año académico, y demostraron correlaciones con el rendimiento académico. Sin embargo, aunque los conocimientos de los estudiantes sobre la metacognición no cambiaron, sí que mejoraron la regulación metacognitiva, lo que sugiere que comprender cómo regular la metacognición desempeña un papel más importante en el éxito académico(20).
Implementación en la Educación Médica
Planificación
Los estudiantes son más efectivos cuando pueden evaluar la tarea encomendada, calcular el tiempo necesario para completarla, determinar los recursos que pueden necesitar y activar los conocimientos previos relacionados con la tarea. Dar a los alumnos objetivos explícitos les ayuda a activar sus conocimientos previos y a prestar atención a la información pertinente (5). La planificación también puede fomentarse con el uso de preevaluaciones y autopreguntas, como por ejemplo
- ¿Qué sé ya sobre este tema?
- ¿Cómo puedo prepararme para esta sesión?
- ¿Cuánto tiempo necesitaré?(19)
Hay que animar a los estudiantes a crear un calendario para completar las tareas, practicar y repasar, en lugar de esperar hasta la fecha límite. También se les debe animar a que establezcan sus propios objetivos de aprendizaje, lo que se ha demostrado que aumenta la metacognición, disminuye la procrastinación y aumenta los comportamientos de búsqueda de ayuda(5,8).
Monitoreo y Evaluación
Los enfoques de aprendizaje centrados en el estudiante que utilizan estrategias de aprendizaje activo ayudan a aumentar la metacognición. Como ya comentamos en nuestro anterior artículo, las estrategias de aprendizaje activo ayudan a construir el conocimiento relacionando la nueva información con los conocimientos previos. Tácticas como la generación y la elaboración ayudan a los estudiantes a controlar su aprendizaje. La reflexión, especialmente cuando incorpora el autocuestionamiento y la identificación de incertidumbres, también ayuda a los estudiantes a monitorear y evaluar su aprendizaje. Además, se ha demostrado que el aprendizaje basado en problemas, incluso cuando se utiliza solo en el 10% de un determinado plan de estudios, mejora la metacognición de los estudiantes(5,21).
Los educadores médicos pueden animar a los estudiantes a monitorear su aprendizaje utilizando el modelado de expertos y ejercicios de «pensamiento en voz alta» tanto para el educador como para los estudiantes. Los educadores pueden utilizar estrategias de pensamiento en voz alta para modelar su propio conocimiento experto de contenido, la secuenciación de las tareas y las estrategias metacognitivas (5,19), mientras que los ejercicios de pensamiento en voz alta de los estudiantes también son efectivos para ayudarles a identificar procesos similares que pueden contener lagunas en su comprensión. Pensar en voz alta durante la resolución de problemas y los ejercicios basados en casos puede poner de manifiesto la capacidad de los estudiantes para planificar y controlar sus procesos cognitivos(4). Los educadores también pueden animar a los estudiantes a practicar la revisión entre pares, que es una técnica en la que un estudiante revisa el progreso y las habilidades de sus compañeros. Esta técnica puede ser una herramienta efectiva para ayudar a los alumnos a comprender mejor sus capacidades, tanto por ayudarles a evaluar con mayor precisión sus propios niveles de habilidad como por recibir comentarios adicionales de sus compañeros(22).
Otra aplicación de la evaluación metacognitiva es la descarga cognitiva(23). Se trata del proceso de almacenar información fuera de la memoria (en un cuaderno o en un teléfono inteligente, por ejemplo) para ayudar a reducir la carga cognitiva necesaria para procesar y retener la información. La decisión de almacenar algo en algún lugar es de naturaleza metacognitiva. Siguiendo la misma lógica, la decisión de trasladar la información de la memoria operante de un estudiante a la memoria a largo plazo, lo que implica esencialmente la utilización de estrategias metacognitivas basadas en la evidencia, es en última instancia una decisión de metacognición(24).
Las herramientas metacognitivas también pueden proporcionarse fuera del aula, dando a los estudiantes oportunidades de recibir una retroalimentación frecuente y formativa, como por ejemplo fomentando el autocontrol con problemas de práctica y proporcionando exámenes de práctica(17). Los educadores también pueden proporcionar listas de cotejo y rúbricas para que los estudiantes puedan monitorear su propio progreso(5). Anime a los estudiantes a revisar los comentarios que se les dan, no solo a seguir sus calificaciones.
Imagen 4: Regulación metacognitiva: Planificación, seguimiento y evaluación
Vuelva a mirar nuestro ejemplo anterior de la Imagen 1. ¿De qué manera utilizaba el estudiante 2 la metacognición? (respuesta hacia el final)
U-Behavior
Concienciar a los estudiantes sobre las estrategias metacognitivas es un buen primer paso, pero puede no ser suficiente. Incluso si los estudiantes intentan aplicar nuevas estrategias, es posible que vuelvan a recurrir a técnicas conocidas, como el abarrotamiento o “cramming”. En un estudio realizado en la Universidad Estatal de Colorado, dirigido por el profesor de educación James Folkestad, los investigadores aplicaron un programa llamado U-Behavior, un sistema que se utilizó para seguir el progreso de los estudiantes y proporcionarles información visual. En una versión anterior del estudio(25), se animó a los estudiantes a utilizar el espaciado y el entrelazado con una serie de pruebas de baja exigencia. Sin embargo, la adherencia fue escasa, a pesar de que los alumnos conocían la superioridad de estas estrategias. La mayoría de los estudiantes volvieron a la práctica en masa, al buscar la puntuación más alta en cada prueba. En estudios posteriores(26) se modificó el formato disminuyendo la importancia de las calificaciones de las pruebas; en su lugar, las calificaciones se basaban en el comportamiento de los estudiantes al realizar las pruebas, es decir, si los estudiantes utilizaban el espaciado y el entrelazado al realizar las pruebas disponibles en lugar de realizarlas para completarlas antes de la fecha límite u obtener una puntuación alta. Esto fue mucho más efectivo, no solo para cambiar el comportamiento de los estudiantes, sino también para mejorar sus calificaciones y la retención del material a largo plazo. Los investigadores han podido replicar estos resultados a lo largo de varios trimestres y en otros cursos. Esto es un fuerte indicio de que los educadores no solo tienen que concienciar a los estudiantes de las buenas estrategias, sino también encontrar formas de incentivar las buenas prácticas.
Tecnología
Los estudiantes que tienen acceso a materiales interactivos de alto rendimiento tienen estrategias de toma de decisiones más efectivas, una mayor motivación y mejores habilidades para establecer objetivos, especialmente cuando se combinan con la retroalimentación del instructor(27). La tecnología proporciona un acceso sin precedentes a los recursos, pero también puede inundar a los estudiantes con información y opciones. Los educadores pueden ayudar al aprendizaje de los estudiantes y mejorar la metacognición ayudándoles a aprender a seleccionar recursos relevantes y eficientes. La tecnología puede utilizarse para realizar evaluaciones previas, que informen a los estudiantes y a los educadores sobre los conocimientos previos y las posibles necesidades de los estudiantes. El uso de plataformas de aprendizaje para proporcionar recuperación espaciada, pruebas en línea y herramientas de debate ayuda a los estudiantes a monitorear su aprendizaje proporcionando retroalimentación formativa, y también puede servir como una herramienta para la descarga cognitiva y el aprovechamiento de la metamemoria. Además, se ha demostrado que el uso de la tecnología para ayudar a implementar un enfoque de aula invertida mejora la conciencia y la regulación metacognitiva (28). La integración de la tecnología también puede reducir la carga de trabajo del educador a largo plazo mediante la automatización de herramientas útiles, la creación y la conservación de recursos reutilizables y el suministro de retroalimentación automática sobre el progreso de los estudiantes.
La analítica del aprendizaje en el entorno en línea puede utilizarse para observar el comportamiento y el progreso de los estudiantes, y proporcionar otra fuente de información basada en datos. Las plataformas de aprendizaje contienen una gran cantidad de datos que los educadores pueden monitorear y utilizar. Si están disponibles, la información útil provista puede incluir cuándo se accede a los cuestionarios, cuántos intentos se hacen, el tiempo total empleado y la frecuencia de los intentos realizados cerca de la fecha límite(29). Estos datos pueden dar a los instructores una medida de la metacognición y los hábitos de aprendizaje de los estudiantes, analizando cómo están utilizando la recuperación espaciada, cómo están planificando y ejecutando su tiempo, e identificando elementos de preocupación que el instructor puede querer abordar.
Recomendaciones
Perspectiva del Educador
- No dé por sentado que los alumnos tienen instintivamente buenas habilidades metacognitivas. Estas habilidades deben ser enseñadas y reforzadas.
- Incorpore las características deseadas a su enseñanza en el salón de clase: los objetivos explícitos, las preevaluaciones, las autopreguntas, la recuperación espaciada, el aprendizaje activo, la retroalimentación formativa y los ejercicios de reflexión en voz alta ayudan a construir la metacognición de los estudiantes, lo que, a su vez, mejora el aprendizaje y la retención de los mismos.
- Utilice la tecnología para que los alumnos dirijan su propio aprendizaje y hagan un seguimiento de su progreso.
- Reconozca los signos de alarma de los fallos metacognitivos, como la mala planificación, el exceso de confianza y la evasión del desempeño.
- Implemente pruebas frecuentes de baja exigencia.
- Recompense a los estudiantes por utilizar estrategias de aprendizaje efectivas.
- Recuerde que no basta con explicar la importancia de una estrategia: También es importante asegurarse de que el diseño educativo refleje esta importancia y dirija a los alumnos hacia el uso de estas estrategias.
Perspectiva del Estudiante
- Los estudiantes deben planificar y preparar su experiencia de aprendizaje. Deben plantearse regularmente preguntas como las siguientes ¿Qué sé ya? ¿Qué herramientas y recursos necesitaré? ¿Cuánto tiempo me llevará? ¿Sé realmente lo que creo que sé? ¿Cómo puedo estar seguro de ello?
- Los estudiantes deben monitorear su aprendizaje repasando con frecuencia el material, practicando con regularidad, examinándose a sí mismos e identificando los puntos de confusión.
- Los estudiantes deben evitar los hábitos de estudio más débiles, como el abarrotamiento (o “cramming”) y la relectura, que pueden resultar familiares pero no son efectivos para un aprendizaje duradero.
- Los estudiantes deben revisar su retroalimentación con regularidad. Deben tener la oportunidad de discutir sus hallazgos y cualquier confusión que estén experimentando con sus compañeros de clase y/o su instructor.
- Los estudiantes deben utilizar la tecnología para facilitar la práctica de los conceptos y obtener información inmediata. Dirigir a los estudiantes a los recursos pertinentes puede hacer que la tecnología sea aún más efectiva.
Autocuestionario
(Por favor, seleccione todo lo que corresponda)
1. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es cierta?
a. La metacognición es el proceso de pensar sobre el propio pensamiento.
b. La investigación todavía tiene que demostrar el valor de recompensar a los estudiantes por sus buenas prácticas metacognitivas.
c. Los buenos estudiantes suelen tener buenas habilidades de metacognición.
d. La metacognición solo es relevante para los estudiantes preclínicos, ya que los estudiantes clínicos necesitan más experiencia práctica.
2. ¿Por qué es relevante la metacognición en la educación médica?
a. Los estudiantes no suelen saber lo mucho que no saben.
b. El conocimiento metacognitivo es esencial para la regulación metacognitiva.
c. Las estrategias metacognitivas son percibidas como fáciles de usar por los estudiantes.
d. Una mejor metacognición puede dar lugar a una mayor seguridad del paciente.
3. ¿En qué momento del proceso de enseñanza interviene la metacognición?
a. Antes de entregar contenido a los estudiantes.
b. En la fase de desarrollo del plan de estudios.
c. Durante las evaluaciones.
d. Durante una clase o conferencia.
4. ¿De qué manera puede aplicar el uso de la metacognición a su propio aprendizaje? Practique la metacognición, piense en algunas respuestas a esta pregunta y compártalas con sus compañeros.
Respuestas correctas: (1) a,c. (2) a,d. (3) a,b,c,d.
Vuelva a mirar nuestro ejemplo anterior de la Imagen 1. ¿De qué manera el estudiante 2 utilizaba la metacognición? (Respuesta)
El estudiante 2 había leído un libro sobre el aprendizaje, mejorando así sus conocimientos metacognitivos. Otros ejemplos de conocimiento metacognitivo son la comprensión de cómo funciona la memoria para el aprendizaje y el razonamiento que hay detrás de algunas ideas erróneas comunes que tienen los alumnos sobre las estrategias de aprendizaje. Nuestro estudiante hipotético también organizó sesiones de estudio con sus compañeros, durante las cuales se examinaron mutuamente sobre los conceptos que estaban estudiando. También prepararon diagramas conceptuales para elaborar sus esquemas mentales y obtener una imagen general más clara. Este es un ejemplo de regulación metacognitiva. Otros ejemplos de regulación son la evaluación formativa, la reflexión y estrategias como la recuperación espaciada y el entrelazado.