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El trastorno por consumo de anfetaminas es una afección caracterizada por el uso patológico de psicoestimulantes. Las anfetaminas producen su efecto aumentando la liberación y bloqueando la recaptura de neurotransmisores (dopamina, norepinefrina, serotonina). Médicamente, se utilizan para el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la narcolepsia. Las metanfetaminas y las llamadas drogas de diseño no tienen uso clínico. La intoxicación produce euforia, dilatación pupilar, hipertensión, excoriación de la piel, paranoia y agresividad severa. Pueden surgir complicaciones fatales como infarto de miocardio y coma. El pronóstico para el trastorno por consumo de anfetaminas es malo, ya que no existe una farmacoterapia aprobada por la Food and Drug Administration (FDA), pero las intervenciones psicosociales se han asociado con mejores resultados.
Última actualización: Oct 28, 2022
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El trastorno por consumo de anfetaminas se define como el consumo desadaptativo crónico (> 12 meses) de anfetaminas u otros estimulantes.
El diagnóstico de intoxicación por anfetaminas y abstinencia se realiza con base en los síntomas, recabando un antecedente de consumo y un tamizaje toxicológico en orina
El control de la agitación y la hiperactividad simpática son los pasos principales en el tratamiento. El abordaje de la intoxicación por anfetaminas incluye:
El pilar del tratamiento es de soporte.
Medicamentos:
Complicaciones cardiovasculares:
Complicaciones neurológicas:
Enfermedades de transmisión sexual: