Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
La teoría de la atribución detalla cómo una persona percibe y atribuye explicaciones causales a los comportamientos de otra. A menudo, atribuimos un comportamiento negativo o positivo a los rasgos de la personalidad de ese individuo o a la situación en cuestión. Esta determinación puede basarse en ideales culturales, en la presencia (o ausencia) de una motivación, o en juzgar una causa del comportamiento como necesaria o suficiente.
Última actualización: Ago 24, 2022
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Muchos psicólogos se han preguntado por qué la gente tiende a buscar explicaciones causales del comportamiento de los demás. Heider argumentó que la mayoría de las personas son simplemente psicólogos ingenuos que prefieren encontrar explicaciones para cada comportamiento. Así, la gente puede relacionar algún comportamiento con los acontecimientos que lo provocan o con la personalidad del individuo que lo expresa.
Además, se ha observado que atribuir el comportamiento a las personas o a las situaciones es diferente entre las distintas culturas, pero sigue siendo un fenómeno universal. Mientras que las sociedades occidentales son más propensas a juzgar el comportamiento de alguien por sus rasgos de personalidad, las culturas asiáticas suelen culpar a la situación o a los acontecimientos de los comportamientos negativos.
La observación de los psicólogos de que la mayoría de las personas atribuyen los comportamientos a las personas o a las situaciones significaba que había que hacer una clara distinción entre las dos atribuciones.
La atribución interna se definió como el proceso por el cual los individuos explican los comportamientos de los demás vinculando dichos comportamientos a sus rasgos de personalidad, creencias y cultura.
La atribución externa, por el contrario, se produce cuando alguien relaciona los comportamientos de los demás con la situación, con los acontecimientos que llevaron al comportamiento o con el entorno. Las culturas asiáticas no suelen juzgar y son muy sensibles a los sentimientos de los demás, por lo que las personas de estas culturas prefieren utilizar la atribución externa.
Los psicólogos también se han dado cuenta de que la gente suele intentar explicar los comportamientos intencionados, más que los accidentales, mediante la atribución. Por lo tanto, es necesario establecer un vínculo entre los motivos y el comportamiento antes de que alguien relacione ciertos comportamientos con los rasgos de la personalidad. Esta teoría fue expuesta por Jones y Davis en 1965 y ayudó a explicar por qué la gente a veces elige la atribución interna en lugar de la externa.
Los comportamientos intencionados suelen tener motivos. Una vez que se vincula un motivo a un determinado comportamiento, la gente suele juzgar más a la persona que expresa ese comportamiento, conectando así el comportamiento con la persona y no con la situación.
Basándose en esto, se puede entender por qué los siguientes comportamientos se suelen considerar motivacionales y se atribuyen a la personalidad de una persona:
Por otro lado, es más probable que se atribuyan a la situación los siguientes comportamientos:
Comportamientos elegidos libremente | Comportamientos accidentales |
---|---|
|
|
Los psicólogos pasaron a estudiar cómo los seres humanos definen ciertos comportamientos como intencionados, como socialmente inaceptables o como algo que nos afecta personalmente. Al identificar los factores que nos llevan a utilizar la atribución interna, podemos entender, y posteriormente modificar, nuestros comportamientos para que sean más aceptables para la sociedad.
El primer factor identificado es el consenso. Cuando el comportamiento de alguien coincide con el de otro en cada situación, su comportamiento suele atribuirse a la situación y no a él personalmente.
Cuando alguien mira la hora en su teléfono mientras está cenando con sus amigos, su comportamiento puede juzgarse como negativo versus normal en función de si otras personas también miraron sus teléfonos o utilizaron sus teléfonos durante la cena. Si es la única persona que utilizó su teléfono, la gente podría atribuir este comportamiento a él personalmente en lugar de a la situación (i.e., se está haciendo tarde y mañana es un día de trabajo).
Fumar puede juzgarse como normal o como un comportamiento negativo en función de la coherencia. Si una persona siempre fuma, independientemente de la situación y el momento, el comportamiento se considera normal y no suele atribuirse a la personalidad de esa persona. Por otro lado, tendemos a favorecer la atribución interna cuando alguien fuma solo cuando está muy preocupado o estresado.
Según esta teoría, podemos notar que los humanos prefieren correlacionar el comportamiento con ciertos factores para definir si fue personal o situacional. Esta teoría explica cuándo y por qué preferimos utilizar la atribución interna frente a la externa de los comportamientos.
Además de correlacionar el comportamiento con ciertos factores para determinar si un comportamiento se basa en una motivación personal, también tendemos a buscar las causas de los comportamientos. Dichas causas pueden ser juzgadas como
Una causa suficiente a menudo no es una causa necesaria; otros factores pueden conducir al comportamiento. Por lo tanto, las causas necesarias suelen atribuirse a los comportamientos positivos, mientras que las causas suficientes suelen atribuirse a los comportamientos negativos.
Si un investigador publica muchos trabajos buenos y de impacto y artículos originales en revistas, solemos atribuir este éxito al alto nivel de motivación del investigador, a su capacidad de organización y a su habilidad para adquirir nuevos hechos científicos, es decir, a la atribución interna.
A ese mismo individuo se le retira un artículo de una revista. Ya tenemos una imagen predeterminada sobre esa persona y encontraríamos formas de explicar otras posibles causas. Tal vez uno de sus estudiantes fue el responsable del error científico o de derechos de autor que llevó a la retracción. Tal vez el tema en el que trabaja es muy controvertido y se están retractando muchos artículos en ese campo. Por lo tanto, tendemos a utilizar la atribución externa en esta situación.
El 1er ejemplo nos llevó a buscar las causas necesarias, aquellas sin las cuales alguien no tendría éxito en la investigación. En cambio, el 2do ejemplo mostró las causas suficientes. Estas causas son suficientes para explicar el comportamiento negativo y la consecuencia negativa de ese comportamiento: la retractación del artículo.
Error fundamental de atribución
El error fundamental de atribución es la tendencia que tienen las personas a exagerar las características personales (internas) y a ignorar los factores situacionales (externos) al juzgar el comportamiento de los demás. El error fundamental de atribución se produce cuando confundimos la causa de las acciones de un individuo con una atribución errónea. Debido al error fundamental de atribución, tendemos a creer que los demás hacen cosas malas porque son malas personas, e ignoramos los factores situacionales que podrían haber desempeñado un papel.
Por ejemplo, si una persona que nunca llega tarde al trabajo un día, tendemos a creer que se debe a factores ajenos a su voluntad, y utilizamos la atribución externa para explicar el suceso. Si, por el contrario, una persona que suele llegar tarde al trabajo, pero un día llega tarde por estar implicada en un accidente de tráfico, tenderemos a culpar de su impuntualidad a su mal comportamiento (atribución interna), antes de esperar a conocer la verdadera historia; entonces cometeremos un error fundamental de atribución.