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El síndrome de Liddle, un tipo de pseudohiperaldosteronismo, es una causa rara de hipertensión secundaria. El síndrome de Liddle es el resultado de mutaciones autosómicas dominantes en los genes que codifican las subunidades del canal de sodio epitelial (ENaC, por sus siglas en inglés), también conocido como "canal de sodio del túbulo colector" o "canal de sodio sensible a la amilorida". La actividad del ENaC aumenta, lo que provoca la retención de sodio y agua. El síndrome de Liddle se presenta con la tríada clásica de hipertensión resistente a una edad temprana, hipopotasemia y alcalosis metabólica, que imita los síntomas del aldosteronismo primario; sin embargo, este síndrome se asocia con niveles bajos de aldosterona en plasma. El diagnóstico se basa en los antecedentes y la exploración física, los análisis de sangre y orina y las pruebas genéticas. El tratamiento consiste en utilizar diuréticos ahorradores de potasio y restringir el sodio en la dieta. El retraso en el tratamiento puede provocar graves complicaciones cardiovasculares y renales. El pronóstico es bueno si el síndrome de Liddle se trata a tiempo.
Última actualización: Dic 21, 2022
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El síndrome de Liddle es un raro trastorno genético autosómico dominante asociado a un aumento anormal de la función de los canales de sodio epiteliales. El síndrome se caracteriza clínicamente por hipertensión, baja actividad de la renina plasmática, alcalosis metabólica, hipopotasemia y bajo nivel de aldosterona.
Una mutación genética de ganancia de función autosómica dominante cambia la estructura de una subunidad de los canales de sodio epiteliales (ENaC, por sus siglas en inglés) y también afectan a la región de la proteína implicada en la señalización para su descomposición, lo que es normalmente controlado por la aldosterona.
El síndrome de Liddle es raro y tiene una presentación similar a la de muchos síndromes asociados al exceso de mineralocorticoides. Por lo tanto, el síndrome es a menudo mal diagnosticado o no se detecta.
La tríada clásica de la presentación incluye:
El diagnóstico preliminar del síndrome de Liddle se basa principalmente en la sospecha resultante de la presentación clínica. También es importante tener en cuenta:
Resultados de laboratorio:
Debe considerarse la realización de pruebas genéticas en pacientes con antecedentes familiares y sospecha de síndrome de Liddle.
El diagnóstico precoz del síndrome de Liddle conduce a la resolución o al control del trastorno, lo que permite al paciente llevar una vida normal.
Debido a su rara ocurrencia y a los síntomas similares a los de otros trastornos asociados al exceso de mineralocorticoides, el síndrome de Liddle suele diagnosticarse erróneamente, lo que puede provocar un aumento de la aparición de complicaciones: