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Los mecanismos de defensa son medios subconscientes normales para resolver los conflictos internos entre el sentido moral subjetivo de un individuo y sus pensamientos, sentimientos o acciones. Los mecanismos de defensa sirven para proteger al yo de los sentimientos desagradables (ansiedad, vergüenza y/o culpa) y se dividen en patológicos, inmaduros, maduros, neuróticos y otros tipos.
Última actualización: Sep 28, 2022
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Los mecanismos de defensa (defensas del ego) son procesos subconscientes que actúan para proteger el ego. Los mecanismos de defensa pueden verse en momentos de estrés o como parte de los trastornos de la personalidad. Si bien estos mecanismos pueden proporcionar un alivio rápido y a corto plazo de los sentimientos desagradables (ansiedad, vergüenza, culpa), también pueden dar lugar a complicaciones a largo plazo (dificultar la percepción, impedir el cumplimiento del tratamiento).
Agrupados por el grado relativo de madurez según las clasificaciones del psicólogo George Vaillant:
Los mecanismos de defensa patológicos se basan en evitar, negar o distorsionar la realidad, y se encuentran comúnmente en los niños pequeños, en los sueños/fantasías de los adultos o como parte de los procesos psicóticos.
Los mecanismos de defensa inmaduros surgen de las ansiedades con la intimidad o su pérdida. Se encuentran en los años preadolescentes y en los adultos, especialmente en los afectados por trastornos de personalidad.
Los mecanismos de defensa neuróticos son comunes entre los individuos con trastornos neuróticos, así como entre los individuos de apariencia normal/sana. Los mecanismos de defensa neuróticos alivian los efectos angustiosos y pueden ser más aceptables socialmente.
Los mecanismos de defensa maduros son más sofisticados y requieren más experiencia y autoconsciencia. Los mecanismos de defensa maduros ayudan a acercarse a la realidad de una manera más significativa y socialmente adaptable.