Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Los insecticidas son sustancias químicas que se utilizan para matar o controlar los insectos, mejorar el rendimiento de los cultivos y prevenir enfermedades. La exposición humana a los insecticidas puede ser por contacto directo, inhalación o ingestión. Entre los insecticidas importantes que pueden afectar al ser humano se encuentran los organoclorados (diclorodifeniltricloroetano (DDT)), los organofosforados (malatión y paratión) y los carbamatos (carbaril, propoxur, aldicarb y metomil). Debido a los efectos adversos a largo plazo del DDT sobre la fauna y el medio ambiente, actualmente no se utiliza en muchas zonas. Sin embargo, sigue utilizándose en zonas con altas tasas de infección por malaria. La sustancia química produce neurotoxicidad y alteraciones endocrinas. Los organofosforados y los carbamatos producen efectos colinérgicos, dado su mecanismo de acción similar de inhibición de la acetilcolinesterasa. Sin embargo, los organofosforados se unen a la enzima de forma irreversible, mientras que los carbamatos la inhiben durante < 48 horas. El diagnóstico se basa en los antecedentes y hallazgos clínicos, con pruebas disponibles para su confirmación. El tratamiento incluye la descontaminación, los cuidados de apoyo y el control de los síntomas. Para el toxidrome colinérgico, se administra atropina y pralidoxima para revertir los efectos del exceso colinérgico.
Última actualización: Feb 2, 2022
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Los insecticidas son sustancias que se utilizan para matar a los insectos o evitar que estos tengan comportamientos destructivos.
Diclorodifeniltricloroetano:
Organofosfatos:
SLUDGE BBB (en inglés) (efectos muscarínicos):
DUMBELS (en inglés) (efectos muscarínicos):
Carbamatos: