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La hipopotasemia se define como la concentración plasmática de potasio (K+) < 3,5 mEq/L. Los mecanismos homeostáticos mantienen la concentración plasmática entre 3,5–5,2 mEq/L a pesar de la marcada variación en la ingesta dietética. La hipopotasemia puede deberse a pérdidas renales, pérdidas gastrointestinales, intercambios transcelulares o ingesta dietética deficiente. La hipopotasemia leve suele ser asintomática. Sin embargo, las reducciones agudas en el nivel de K+ o la hipopotasemia grave pueden provocar arritmias cardíacas, debilidad muscular, rabdomiólisis, parálisis e insuficiencia respiratoria. El diagnóstico se realiza mediante los antecedentes y las pruebas de laboratorio. El tratamiento se guía por la gravedad e incluye el tratamiento de los síntomas urgentes, la sustitución del déficit de K+ y el tratamiento de la causa subyacente.
Última actualización: Jul 6, 2022
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El potasio (K+) es el principal catión intracelular en todas las células y se distribuye de manera desigual entre el líquido intracelular (98%) y el líquido extracelular (2%). La gran disparidad es necesaria para mantener el potencial de membrana en reposo de las células.
La hipopotasemia se define como la concentración plasmática de K+< 3,5 mEq/L.
Las etiologías de la hipopotasemia se pueden agrupar según cuatro mecanismos distintos: ingesta deficiente de K+ en la dieta, intercambio transcelular, pérdidas gastrointestinales y pérdidas renales.
La presentación de la hipopotasemia puede incluir náuseas, vómitos, estreñimiento, manifestaciones en el músculo esquelético y manifestaciones cardíacas, que son potencialmente muy graves. Es más probable que los síntomas aparezcan a medida que aumenta la gravedad de la hipopotasemia, pero los pacientes pueden permanecer asintomáticos incluso con una hipopotasemia relativamente grave.