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La hemorragia epidural es un evento caracterizado por sangrado en el espacio epidural entre la capa duramadre de las meninges y el cráneo. El mecanismo principal que desencadena la hemorragia es el traumático (i.e., traumatismo craneoencefálico cerrado), que causa una lesión arterial, más comúnmente una lesión en la arteria meníngea media. La hemorragia epidural se presenta de forma aguda, generalmente inmediatamente (segundos a horas) después del traumatismo craneoencefálico, con un nivel alterado de conciencia que puede abarcar desde una pérdida momentánea de conciencia hasta coma. El diagnóstico se basa en la sospecha clínica posterior a un traumatismo craneoencefálico y se confirma mediante la neuroimagenología (i.e., tomografía computarizada (TC) de cabeza sin contraste). El tratamiento incluye la estabilización del paciente, la interrupción (posiblemente la reversión) de todos los anticoagulantes, monitorización en una unidad de cuidados intensivos (UCI) neurológica y la intervención neuroquirúrgica.
Última actualización: Ene 25, 2023
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La hemorragia epidural (hematoma epidural) es un evento caracterizado por sangrado en el espacio epidural entre la capa duramadre de las meninges y el cráneo. La hemorragia epidural suele ser consecuencia de un traumatismo.
Traumatismo de la cabeza:
Hematoma epidural no traumático:
El traumatismo craneoencefálico es la etiología más común del hematoma epidural. Es común un “intervalo lúcido” seguido de un rápido deterioro neurológico.
TC de cabeza sin contraste:
RM de cabeza:
Angiografía:
Punción lumbar:
Hematoma epidural:
TC que muestra un hematoma epidural frente al campo quirúrgico después de la resección del tumor
El hematoma epidural, especialmente si se presenta con compromiso neurológico o coma, es una situación neurológica emergente que a menudo requiere intervención quirúrgica. La falta de estabilización del paciente, diagnóstico, evaluación e intervención oportuna podría resultar en una expansión hemorrágica, lesión cerebral parenquimatosa, aumento de la PIC, hernia cerebral y muerte.
Las herramientas de toma de decisiones que se utilizan clínicamente para determinar el manejo operatorio o no operatorio incluyen: