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La enfermedad hepática alcohólica es un espectro de trastornos que van desde el hígado graso hasta la cirrosis secundaria al abuso crónico de alcohol. El consumo excesivo y prolongado de alcohol da como resultado el deterioro de la vía de la lipólisis, lo que provoca cambios inflamatorios dentro de los hepatocitos. Los pacientes típicamente se presentan durante la etapa de hepatitis con ictericia, fiebre y dolor abdominal. El diagnóstico se basa en antecedentes de abuso de alcohol y se confirma mediante un trastorno de laboratorio con una relación aspartato aminotransferasa/alanina aminotransferasa (AST/ALT) > 2. La enfermedad hepática alcohólica conlleva una alta tasa de mortalidad si los pacientes presentan hepatitis grave. El tratamiento requiere la abstinencia de alcohol para revertirla (en ciertas etapas) y abordar los factores contribuyentes (como infecciones virales o medicamentos) para minimizar el daño a los hepatocitos. Aproximadamente el 10% de los casos revierten con la abstinencia de alcohol durante la etapa de hepatitis. La cirrosis es frecuentemente irreversible.
Última actualización: Ene 19, 2024
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La enfermedad hepática alcohólica abarca la esteatosis alcohólica (hígado graso, reversible), la esteatohepatitis (puede ser reversible) y la cirrosis (irreversible). Todas secundarias al abuso de alcohol.
Cirrosis hepática con empiema concomitante (asterisco y flechas):
El hígado parece nodular, irregular y encogido (observe la ascitis abdominal).
Función discriminante de Maddrey:
Puntuación para hepatitis alcohólica de Glasgow:
Modelo para la puntuación de enfermedad hepática en etapa terminal:
Hepatitis leve a moderada:
Hepatitis severa: