La dermatitis atópica, también conocida como eccema, es una enfermedad cutánea crónica, recurrente, pruriginosa e inflamatoria que se presenta con mayor frecuencia en niños, aunque también puede afectar a adultos. La condición a menudo se asocia con niveles séricos elevados de IgE y antecedentes personales o familiares de atopia. Están presentes la sequedad de la piel, eritema, supuración, formación de costras y liquenificación. El prurito es un síntoma cardinal. El diagnóstico se establece clínicamente. Los pilares del tratamiento son evitar los desencadenantes, los emolientes y los corticosteroides tópicos.
Última actualización: Jun 10, 2022
La dermatitis atópica (también conocida como eczema) es un trastorno de integridad alterada de la barrera cutánea y desregulación inmunitaria que se presenta como una enfermedad inflamatoria crónica recurrente de la piel.
Dermatitis atópica:
Imagen histológica de la capa epidérmica con leve infiltrado linfohistiocitario y granulocitario, de predominio eosinofílico
Eritema y liquenificación en los pliegues de las rodillas de un paciente con dermatitis atópica
Imagen: “Role of the skin microbiome in atopic dermatitis” por Salava A, Lauerma A. Licencia: CC BY 4.0Dermatitis atópica
Imagen: “Atopic Dermatitis” por Leonardi S, Filippelli M, Costanzo V, Rotolo N, La Rosa M. Licencia: CC BY 2.0Educación del paciente:
Eliminación de factores exacerbantes:
Hidratación de la piel (pilar del tratamiento para reducir el picor y los episodios de inflamación):
Tratamientos tópicos:
Antihistamínicos orales:
Inmunosupresores orales:
Anticuerpo monoclonal humano:
Fototerapia: