¿ Qué significa asistir a la escuela de Medicina? ¿Qué tan difícil es la Escuela de Medicina?
La respuesta corta es: depende de la persona. La Escuela de Medicina despierta un sentimiento similar al que uno tiene antes de aprender a andar en bicicleta o hacer nuevos amigos. Al principio, intimida, pero en cuanto las cosas comienzan a fluir, descubres que la situación resulta muy manejable en general. Lo anterior puede sonar difícil porque es probable que hayas escuchado que los alumnos deben leer tres libros al mes o están hartos de los exámenes. Si bien esto puede ser verdad, cada persona estudia de diferente manera. Algunos de nuestros mejores alumnos estudian seis horas diarias, tres horas antes del examen o no estudian en absoluto al llegar a casa. Habrá días en que te sientas demasiado abrumado como para continuar, pero lo que nos decimos a nosotros mismos es: “Recuerda por qué empezaste”. Esa razón debe bastar para motivarte a lo largo de esos años desafiantes.
¿Es suficiente un título de biología o química para entrar en la Escuela de Medicina?
Para estudiar Medicina en algunos países, como Estados Unidos, necesitas tener un grado previo en alguna otra materia. Tener un título relacionado con la Medicina es suficiente… para los primeros meses. Tengo compañeros de biología, enfermería, farmacéutica y otros cursos relacionados que pasan momentos más difíciles que quienes se graduaron de administración, ingeniería y finanzas. Sin duda, ayuda saber mucho de bioquímica y anatomía, pero llega un punto en el que todos batallan de igual manera. Si alguien te dijo que la Escuela de Medicina es otra cosa, esa persona está en lo cierto. Está bien cualquier camino previo que elijas, siempre y cuando alcances la cantidad de créditos necesarios para ingresar a la Escuela de Medicina. Por ejemplo, yo obtuve una licenciatura en psicología y dos de mis compañeros más cercanos eran licenciados en filosofía y biología, respectivamente. Mi experiencia resultó sorprendente en parte debido a que todos éramos distintos, pero fuimos seleccionados porque la escuela sintió que reuníamos las cualidades que requería para sus médicos.
La Escuela de Medicina es tanto una prueba de carácter como una prueba de conocimiento.
¿Debería asistir a la Escuela de Medicina? ¿Qué tipo de persona tengo que ser?
Generalmente, las personas que entran en la Escuela de Medicina cuentan con experiencia en un campo competitivo. Tiene sentido pensar que los estudiantes de Medicina son también muy competitivos. Sin embargo, deberías esperar hasta conocer diferentes clases de personas. No tienes por qué entrar en el molde estereotípico del doctor. Simplemente debes encajar en la clase de doctor que deseas ser. Lo más importante es saber adaptarte al cambio. La Escuela de Medicina no se ajustará para ti; tú te debes ajustar a la Escuela de Medicina. Cada año escolar, especialidad y asignatura te mantendrán alerta y cambiarán tu estilo de estudio más rápidamente de lo que te imaginas. Necesitas ser capaz de alzarte ante la adversidad e, incluso, ante el fracaso.
¿La Escuela de Medicina me quitará tiempo?
La respuesta breve es: no. La respuesta larga es: no se trata de tener tiempo, sino de hacerse de tiempo. Habrá momentos en que el trabajo resulte abrumador o las jornadas de hospital sean terribles, pero es perfectamente válido que te tomes un día para hacer las cosas que te gustan y descanses cuando el trabajo se torna demasiado difícil. Incluso puedes destinar una o dos horas al día para las cosas que te encantan. Más que sobresalir en la Escuela de Medicina, lo importante es asegurar que no te pierdas en el proceso.
¿Cómo sé si la Escuela de Medicina no es para mí? ¿Está bien renunciar?
Tengo compañeros que pidieron permiso para ausentarse temporalmente o renunciaron por completo a la Escuela de Medicina. Al igual que con muchas otras carreras, este es un asunto de vocación. El hecho de que cualquiera pueda convertirse en doctor no significa que esté predestinado a serlo. Claro que puedes reprobar un examen, enfrentar dificultades para comprender algo o ser incapaz de salvar a un paciente, pero eso no quiere decir que la Medicina no sea para ti. Estas cosas nos ocurren a los mejores de nosotros y nos vuelven mejores doctores. La decisión de renunciar debería basarse en si puedes vivir cometiendo esa clase de errores, llevando ese estilo de vida y cargando con las responsabilidades que eso conlleva. No te sientas menos por decir que estás destinado a otra cosa.
¿Qué más puedo hacer con un grado en Medicina?
Muchos creen que graduarse en la Escuela de Medicina significa que solo podrán ejercer la Medicina práctica. Sin embargo, un grado en Medicina brinda más oportunidades de las que suelen pensarse. Hay egresados que se convierten en trabajadores del área de salud pública, o bien en maestros, periodistas especializados en Medicina, investigadores y mucho más. Si tener un grado en Medicina (MD) te parece demasiado limitante, hay programas que puedes tomar al mismo tiempo, tales como una maestría en ciencias (MS), una maestría en salud pública (MPH), un doctorado en filosofía (PhD), un doctorado en derecho (JD) o, mi grado actual, maestría en administración de empresas (MBA). Estos programas exigen mucho tiempo y se suman a la de por sí pesada carga de la Escuela de Medicina, pero ¿qué importa un pequeño esfuerzo extra si lo haces para convertirte en el doctor que anhelas ser?
¿Qué te gustaría haber sabido antes de inscribirte en la Escuela de Medicina? ¿Te arrepientes de algo?
He formulado esta pregunta a algunos amigos de distintas escuelas de Medicina en mi país. La mayoría dice que le hubiera gustado saber cuánto había que estudiar porque la carga de trabajo fue intensa. En efecto, puede volverse apabullante. La pregunta dejó de ser si podíamos manejar la carga de trabajo; lo crucial era que debíamos manejarla. No había tiempo para titubeos. Afortunadamente, en internet se encuentran videos integrales y reseñas que permiten asimilar más fácilmente las lecturas. Por tanto, no empieces por obligarte a leer tres capítulos de los Principios de Medicina de Harrison de una sentada. Necesitas estudiar de manera inteligente y eficaz para poder usar tu conocimiento en los hospitales.
Memorizar es fácil. Aplicar lo que has aprendido es más difícil.
No me arrepiento de nada sobre la Escuela de Medicina. Es más divertida y satisfactoria de lo que pudiera haber imaginado. No considero que saber cuánto había que aprender me hubiera preparado o me hubiera detenido… y tampoco debería detenerte a ti. Este campo no es para todos, pero si te apasiona la humanidad, tienes la disciplina para trabajar arduamente y te mueve el deseo de ayudar a la gente necesitada, ya estás en camino de convertirte en doctor.
