¿Qué es una práctica médica? ¿Una práctica optativa? ¿Por qué son importantes?
A grandes rasgos, la USCE puede dividirse en experiencias prácticas y no prácticas. Las observaciones –rotaciones durante las cuales un estudiante observa a un doctor haciendo su trabajo, aunque no se le permite participar– son un ejemplo claro de experiencias no prácticas. Por definición, las prácticas médicas, las prácticas optativas y las rotaciones clínicas son tres formas de referirse a lo mismo: rotaciones durante las cuales participas en el proceso de atención al paciente.
Es fácil entender por qué muchos programas de residencia prefieren estudiantes con experiencia clínica práctica dentro de Estados Unidos. Desean contar con residentes capaces de manejar el trabajo cotidiano del programa, y en ese sentido, es de gran ayuda haber tenido encuentros previos con el sistema médico estadounidense.
Antes de mis prácticas optativas en la Clínica Mayo, mi única experiencia era un turno de observación en University Hospitals de Cleveland, Ohio, así que el enfoque práctico era completamente nuevo para mí. Había hecho exploraciones físicas y elaborado historiales de pacientes durante mis años de clínica en la Escuela de Medicina, pero nunca me había encontrado con un sistema de registro electrónico de salud (EHR), como Epic, ni con los tipos de padecimientos que terminé viendo. Honestamente, esa experiencia de observación fue muy importante para mí. Dudo que, sin ella, hubiera podido reunir los requisitos para hacer la práctica médica.
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Mi experiencia: una cálida bienvenida
Llegué a Rochester, Minnesota, en una noche fría de finales de otoño. No perdí tiempo en buscar alojamiento gracias a que había reservado anticipadamente una habitación en un edificio cercano al campus del hospital, y traté de dormir todo lo que pude.
En nuestro primer día, todos los estudiantes de Medicina que estábamos en prácticas como visitantes pasamos por la orientación. Lo que me tenía nervioso era que algunos habían estudiado en Estados Unidos, y otros hablaban acerca de sus experiencias en prácticas optativas previas, mientras que yo estaba ahí tan fresco, inexperto y verde como las uvas. Mi experiencia optativa fue en el departamento de hematología. Siempre me habían fascinado las enfermedades de la sangre, de manera que me puse muy feliz cuando me notificaron que habían aceptado en una práctica optativa de hematología en la Clínica Mayo.
Después de la orientación, nos enviaron a conocer a los equipos médicos con los que íbamos a trabajar. Aquí también tuve suerte: el grupo en el que terminé contaba con los mejores residentes, médicos adjuntos y médicos tratantes que podría haber deseado. Ellos me enseñaron todo lo que necesitaba saber y me dieron total libertad para elaborar historiales y hacer exploraciones. Y la carga de trabajo no resultó excesiva. Durante las visitas médicas matutinas, yo estaba a cargo de presentar uno o dos pacientes a nuestro médico adjunto, además de discutir su estado de salud y las opciones de tratamiento. Sigo agradecido con todos los residentes y médicos adjuntos que conocí durante esas prácticas; fueron fundamentales para formarme como médico.
Las dificultades: falta de confianza y energía
Durante este periodo me pellizcaba varias veces para asegurarme de no estar soñando. Estaba aprendiendo y adquiriendo experiencia con los líderes en el campo del que quise formar parte durante mucho tiempo. Sin embargo, no todo era perfecto en mi vida personal.
En retrospectiva, podría haberlo hecho mucho mejor en esas prácticas optativas si hubiera mostrado más confianza en mis propias habilidades.
Durante las visitas médicas y las exploraciones, siempre daba un paso atrás en relación con los residentes. Pensaba: “¿Yo qué sé? Soy tan solo un estudiante de Medicina”. Con esta forma pasiva de pensar no pude aprovechar al máximo las primeras semanas del proceso. La retroalimentación del médico tratante al término de la semana 1 fue particularmente dura. Según dijo, mi conocimiento y mis habilidades con el inglés estaban bien, así que debería haber hablado más en las visitas y las conferencias. Y, lo que es más importante, comentó que me estaba quedando atrás y que mis destrezas clínicas deberían haberse desarrollado mucho más. Esa retroalimentación me dio la voluntad para empezar a trabajar más duro y fortalecer mi confianza. Puedo decir honestamente que, hacia el final de mi mes optativo, al menos mantenía el mismo ritmo que los residentes.
Estar en el frío y nevado norte del país, y sin ningún amigo con quien hablar, me resultó también particularmente difícil. Todos los residentes fueron muy amables, pero no me atrevía a quitarles el tiempo. Lo que más me dolía era la separación y aislamiento por estar lejos del amor de mi vida. ¡Faltaba apenas un mes para casarnos!
Mi consejo personal para quienes estén haciendo una práctica clínica optativa: no traten de trabajar al mismo tiempo. A lo largo de todo el proceso, estuve trabajando como freelancer. Mi día constaba de trabajo en el hospital seguido por trabajo en casa. Rara vez tenía tiempo para leer bibliografía médica y ponerme al día respecto de las enfermedades que estábamos enfrentando en la clínica. Al final, trabajaba entre 13 y 14 horas diarias, y sin dormir lo suficiente. Esto repercutió en mi desempeño general, ya que había días en que me sentía desfallecer y solamente deseaba dormir.
Cómo aprovechar al máximo tu práctica médica
Es sorprendentemente fácil adquirir experiencia a partir de prácticas optativas o una práctica clínica, pero es incluso más fácil dejar pasar las oportunidades.
Hay dos formas fáciles de aprovechar al máximo tu experiencia durante las prácticas: preguntando y participando.
Es esencial formular la mayor cantidad posible de preguntas sobre los pacientes que estás atendiendo y sobre su estado de salud. Solo ten muy presente lo que estás preguntando; ahora estás en un hospital. Algunos médicos tratantes pueden estar interesados en la patogénesis y los aspectos básicos de las enfermedades, pero, antes que nada, son clínicos. Lo más común es que hagas preguntas como las siguientes: “¿Cómo se trata esto?” o “¿Cómo debería abordar a este paciente?” Recuerda que los residentes y los médicos tratantes fueron también estudiantes; entienden que todavía no tienes todos los conocimientos clínicos.
I¿Estás interesado en un procedimiento en particular? ¿Hay algún síntoma o signo de enfermedad que nunca hayas visto? Bien, ¡sigue adelante y participa! La mayoría de las prácticas optativas te brindan la oportunidad de ver y participar en procedimientos y exploraciones bajo supervisión. De hecho, muchos de estos programas te alientan a examinar a tus pacientes por cuenta propia, a fin de ver qué tanto difieren tus ideas de las de los residentes.
Antes que nada, no olvides divertirte y aprender. Disfruta tus rotaciones y las personas que conoces. Aprende y enséñales a otros. Parafraseando a Confucio, elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida.