Microbiología viene de las palabras griegas mīkros y bíos que, juntas, significan «vida pequeña». Estas pequeñas criaturas conforman la asignatura más divertida o más difícil en la facultad de medicina. Sinceramente, todo se reduce a tu enfoque. Por supuesto, cada uno tiene una forma diferente de estudiar. Pero vamos a repasar algunos consejos que pueden ayudar a cualquier estudiante de medicina. Entonces, ¿qué hace que la microbiología sea tan difícil?
Hay muchos microbios de importancia médica. Y lo que es peor, varían según la geografía. Las enfermedades más comunes cambian de un lugar a otro. Incluso las comunidades pueden tener diferentes resistencias a varios antibióticos. La microbiología parece muy compleja, ¿verdad? Es compleja, pero no imposible de simplificar y aprender.
¿Por qué debemos aprender microbiología?
¿Necesitamos la microbiología? Si tu respuesta no es «sí» después de haber pasado por la pandemia de COVID-19, no sé qué más te convencerá. Aunque no podamos verlos, nadie puede negar la importancia de los microbios. La peste bubónica acabó con un tercio de Europa. La gripe española, causada por el H1N1, se extendió por todo el mundo dejando 100 millones de muertos. Por supuesto, no podemos olvidar la aún vigente pandemia de VIH/SIDA que sigue matando a millones de personas a nivel mundial.
Por otro lado, tenemos enfermedades que están cerca de ser erradicadas con la creación de vacunas. La viruela es la única enfermedad infecciosa erradicada de la faz de la Tierra. Enfermedades como la poliomielitis, la malaria y el pian están cerca de correr la misma suerte. Nada de esto sería posible sin el estudio de la microbiología.
Take the Course: Microbiology
Cover all microbiology essentials with Sean Elliot, MD, from University of Arizona.
En definitiva, conocer todo esto salva vidas. Puede que los organismos no se vean, pero las enfermedades que causan son muy reales. Como médico, harás algo más que tratar estas enfermedades. Defenderás la salud pública, ayudarás a poner fin a enfermedades potencialmente mortales y supervisarás la administración de antibióticos. Pero ya hablaremos de esto último. Hablemos de cómo puedes sobrevivir a esta avalancha de bichos:
Consejos para estudiar microbiología
#1: Aprende primero lo básico
La célula es la unidad básica de la vida. Seguro que ya has oído esto muchas veces, pero esto cobra mucha relevancia en microbiología. Si no tienes claros los conceptos de biología celular, esta asignatura será difícil de seguir. Esto incluye la genética y la historia de cómo se descubrieron los microorganismos. Por suerte, Lecturio tiene clases introductorias para veas si no sabes por dónde empezar.
Estas cosas pueden parecer básicas al principio, pero descubrirás que los microorganismos son mucho más complicados. Cada bacteria tiene su propia patogénesis. Los virus tienen formas y material genético diferentes. Los parásitos tienen sus propios ciclos de vida. Aparte de eso, tienes que aprender a diagnosticarlos, tratarlos y prevenirlos. Este tipo de conceptos me hicieron pasar un mal rato, pero ¿me las arreglé? Sí, porque siempre relacioné las enfermedades con lo que ya sabía. Estos conceptos se reducen a lo básico que se aprende al principio. Así que asegúrate de familiarizarte al menos con los fundamentos.
#2: Estudia todo por partes
Lo dije una vez y lo vuelvo a repetir: hay una gran cantidad de organismos de importancia médica. Esta asignatura es casi de pura memorización. No es como la fisiología, donde la forma sigue a la función. Algunos patógenos ni siquiera se conocen del todo. Así que hay que dividir estos microbios ya pequeños en partes aún más pequeñas. No quiero decir literalmente, por supuesto. Quiero decir que hay que estudiarlos en grupos pequeños.
Esto se llama fragmentación. Por ejemplo, puedes dividir las bacterias en Gram positivas o Gram negativas. Puedes dividir los parásitos en protozoos, céstodos, tremátodos y nemátodos. Incluso se puede ir más allá y dividir los protozoos en ciliados y flagelados.
Hay características que hacen que los microbios se parezcan y otras que los diferencian. Al menos, si los agrupas, ya conoces sus similitudes. Luego, solo tendrás que estudiar qué hace especial a cada uno.
#3: Busca o crea tus propias ayudas visuales
Si bien la fragmentación es genial para ayudarte a memorizar conceptos y hacer que la microbiología sea menos abrumadora, el apoyo visual también es de gran ayuda. Por supuesto, no puedes elegir cualquier ayuda visual. Tienes que elegir gráficos y diagramas de flujo que realmente te atrapen. Los gráficos llamativos y coloridos pueden ser útiles, sobre todo si eres de los que codifican sus apuntes con colores. Esto es aún mejor si dibujas los gráficos con tu puño y letra en lugar de únicamente ver los gráficos y esperar que los retengas.
Por ejemplo, para identificar las bacterias, necesitarás un diagrama de flujo para distinguirlas. Puede ser difícil de memorizar, pero si lo dibujas una y otra vez, podrás reproducirlo por tu cuenta cuando llegue el examen. Algunas personas incluso prefieren utilizar ayudas visuales como las que se encuentran en Picmonic o SketchyMedicine. Incluso puede resultarte más útil hacer tus propias historias visuales o palacios mentales. Las posibilidades en técnicas de memoria son infinitas, pero te animo a que utilices tu memoria visual en lugar de limitarte a leer palabras de los libros.
#4: Usa casos para estudiar
En el campo de la medicina, la gente tiende a bromear sobre cómo los médicos infectólogos hacen historias clínicas tan profundas. No es una broma. Las infecciones reaccionan ante el organismo de forma diferente y viceversa. Así que cada microbio tiene un curso natural a medida que pasa el tiempo. Los síntomas pueden cambiar y, dependiendo del huésped, pueden mejorar o empeorar. Incluso tendrás que averiguar de dónde vienen estas enfermedades. Esto puede resultar confuso, pero una vez que tienes un nombre o una cara para la enfermedad, puede ser más fácil de recordar.
Yo he aprendido que la mejor manera de recordar las diferentes infecciones era leyendo casos prácticos o viendo pacientes. No te digo que salgas a buscar a alguien con la enfermedad de Chagas o algo así. No es muy común. Pero cuando tengas la oportunidad de ver a un pariente que se contagió de varicela, o a un paciente que contrajo salmonela, intenta preguntar su historia. Pero hazlo de la manera más segura y respetuosa posible. En cuanto a las enfermedades más raras, quizá sea mejor que veas Monsters Inside Me en lugar de arriesgarte a contraerla.
#5: Anota las palabras de moda
Como todos mis lectores, cada microbio tiene algo que lo hace especial. Pero puede ser difícil de recordar porque algunas enfermedades no parecen tener nada que ver con la etiología. No es como la anatomía, donde se puede deducir la función de sus nombres. Por ejemplo, «Mycobacterium» se llama así por su parecido con un hongo. Pero eso te dice muy poco sobre las enfermedades que puede causar.
En cambio, tendrás que memorizar enlazando o asociando palabras con un microbio concreto. ¿Por qué es difícil? Porque a los científicos les gusta asignar sus propios nombres a las enfermedades. No se me ocurre ninguna forma de vincular «linfoma de Burkitt» a «virus de Epstein Barr» de la misma manera que se puede vincular la acción y la inserción muscular a «flexor pollicis longus». Lo que yo haría es trabajar con tarjetas de memoria o hacer mnemotecnias. Por ejemplo, diría «Epstein BARR causa BARR-kitt». Parece una tontería, pero cuanto más tonta, mejor. También puedes dibujar un mapa mental y conectar todos los conceptos de un microbio. Al conectar tantos conceptos relacionados como sea posible, lo refuerzas en tu memoria.
#6: Haz el diagnóstico y el tratamiento en último lugar
Una vez que domines los microbios y sus características, puedes pasar al diagnóstico y al tratamiento. Cada bacteria tiene diferentes agares que funcionan para ellos, y diferentes antibióticos efectivos contra ellos. Parece complicado, pero por eso debes dejar esta parte para cuando ya hayas comprendido los conceptos anteriores. De nuevo lo recalco. ¿Por qué? Porque los antimicrobianos se dirigirán a diferentes partes de los microbios. No puedes dar antivirales a las infecciones parasitarias o viceversa.
Además, está todo el tema de la supervisión de la administración de antimicrobianos. Esta es una de tus responsabilidades como médico. A medida que la tecnología y la medicina evolucionan, también lo hacen los microorganismos. Desafortunadamente para nosotros, debido a la prescripción y el uso irresponsable de antibióticos, vivimos en una época en la que tenemos bacterias pan-resistentes. ¿Qué es eso? Son bacterias resistentes a todos los agentes antibacterianos actuales. Estas infecciones se asocian a una alta mortalidad por la razón obvia de que son muy difíciles de tratar. Por suerte, son muy raras y queremos que siga siendo así. Así que, como médicos, ¡asegúrense de conocer los antibióticos adecuados y de saber cuándo utilizarlos!
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Cómo Aprobar la Práctica de Laboratorio de Microbiología
En el laboratorio de microbiología podrás coger tu microscopio y tus portaobjetos y estudiar los microbios por tu cuenta. Estas sesiones serán guiadas por tus profesores y libros de trabajo, pero la mayor parte del tiempo, se te dejará estudiar por tu cuenta. Así que aquí tienes algunos consejos para aprovechar al máximo tu experiencia en el laboratorio de microbiología:
#1: Asiste a tus prácticas de laboratorio
Puede parecer una pérdida de tiempo mirar los portaobjetos cuando podrías obtener fácilmente las fotos de Internet, pero las prácticas de laboratorio son más que eso. Es durante estas prácticas cuando los docentes pueden responder a cualquier pregunta que tengas. Incluso pueden darte consejos sobre la identificación de organismos que quizá no conozcas si has estudiado en casa.
También es en estas prácticas donde se aprende haciendo, que es una de las formas más efectivas de aprender. Claro, siempre puedes leer los pasos para cultivar bacterias o teñirlas. Sin embargo, esto es totalmente diferente a hacerlo tú mismo. Tienes que aprender a realizar las técnicas de laboratorio como si fuera algo natural, especialmente cuando tengas exámenes prácticos. Para ello, tienes que practicar independientemente los procedimientos de laboratorio. Tus docentes deben estar cerca para corregir cualquier error que cometas para que no lo repitas durante un examen práctico.
#2: Toma fotos, dibuja y etiqueta
Haz fotos de tus especímenes y etiquétalos. Esto es aún mejor si puedes dibujarlos por tu cuenta. ¿Cómo ayuda esto? Al dibujar utilizas tu memoria visual, kinestésica y semántica. Esta combinación aumenta tus posibilidades de recordar el aspecto de los microbios y sus partes. Básicamente, utiliza varios sentidos y cuantos más sentidos utilices para memorizar algo, mejor.
No tienes que ser un artista. Yo sé que no lo soy y lo hice de todos modos. Lo importante es que lo dibujes lo mejor que puedas. Incluso puedes colorear tus dibujos, si el color te ayuda a aprender mejor. Si no sientes confianza, aquí tienes una foto de parásitos que hice en mi segundo año. ¿Es perfecto? No. ¿Tengo habilidades artísticas? Definitivamente no. Pero mentiría si dijera que esto no me ayudó una vez que llegó el examen
#3: Ensaya los pasos de la identificación de microbios
Si tienes exámenes prácticos, es posible que te pidan que identifiques un líquido desconocido que contiene bacterias. Para ello, tienes que realizar varias pruebas en un corto periodo de tiempo. Esto puede dar miedo si es la primera vez que lo haces. En su lugar, haz las pruebas y realiza el proceso como si fuera el día de tu examen. De este modo, solo tendrás que preocuparte de memorizar qué pruebas dan resultados positivos para qué bacterias.
#4: Ten cuidado
Este no es realmente un consejo de estudio. Simplemente creo que es importante observar las prácticas de seguridad adecuadas para aprovechar al máximo tu experiencia. Después de todo, nadie debería enfermarse en la clase de microbiología. Aunque los especímenes con los que estás trabajando no son suficientes para causar enfermedades, sigo sugiriendo prevenir que lamentar. Hay personas a tu alrededor que son más susceptibles de contraer una enfermedad. Así que recuerda llevar ropa protectora, lavarte las manos, etiquetar todo adecuadamente y tirar los residuos en los contenedores correctos. Por supuesto, aprenderás estos conceptos básicos en tu primer día, pero tenlos siempre presentes cuando trabajes en el laboratorio.