Si estás pensando en estudiar medicina, te sugiero que lo pienses bien, pero el hecho de que estés leyendo esto probablemente implique que eso es lo que harás. Yo pensaba que quería ser médico porque ese era mi sueño de infancia… hasta que entré de lleno y vi que se trataba de una pesadilla. ¡Estoy bromeando! La escuela de medicina no es tan aterradora como podría parecer. Una vez que desarrollas un estilo de vida que funcione para ti, la experiencia puede resultar divertida y podrían ser los mejores años de tu vida.
Antes de que la pandemia de COVID-19 obligara a Filipinas al confinamiento, mis días como estudiante de medicina eran nada menos que un deleite. Yo era lo que se llamaría una «nerd» o, como lo llaman los psicólogos, «una personalidad tipo A». Mantengo en la cabeza un horario y una serie de reglas sobre cómo será mi día desde el momento en que me despierto hasta cuando me voy a dormir, y trato de seguirlos al pie de la letra.
My Mi horario de la Escuela de Medicina Pre-COVID
No llegues tarde a clases. Mi día empezaba a las cinco de la mañana para prepararme y salir a las seis. En Filipinas, las condiciones de tráfico están entre las peores del mundo, así que si salía después de las seis no llegaba a tiempo a mi clase de ocho. Por lo general, los profesores empiezan con introducciones importantes sobre el tema y, una vez que te pierdes el principio, el resto de la clase es difícil de entender y todo se vuelve muy confuso.
Empieza bien el día. Llego a la escuela a las siete de la mañana y duermo la siesta hasta que alguien me pide que lo acompañe a Starbucks para tomar el café de la mañana. Muchos de mis compañeros entraban al aula con un Cafè Americano grande en la mano, o estaban en la cafetería desayunando. No bebo café, así que por la mañana suelo escuchar música para animarme, como si saliera a correr, porque la facultad de medicina se parece a un maratón. ¡Asegúrate de saber qué es lo que más te conviene!
Pon atención en las clases o, al menos, mantente despierto. Una vez que empieza es bueno que tengas a la mano algo para tomar notas, pues eso te ayuda a no dormirte. Tanto si usas un cuaderno para tomar notas, como un iPad o una laptop, prepárate para clases con mucha información y ritmo acelerado. Sé que es tentador dormitar o distraerse, pero la información que obtengas de esas clases te ayudará como médico. ¡Y también será útil si al profesor se le ocurre hacer un examen sorpresa al final de la clase!
Aprovecha tus descansos. Una vez que termina la clase, sabes que empieza la hora del descanso porque el salón se vuelve más ruidoso conforme los estudiantes despiertan de sus siestas. Aprovecha al máximo tu tiempo en la facultad de medicina, porque no todo son clases y memorización sobre la marcha. Como en todas las escuelas, hay una vida más allá de lo académico. Yo paso mis descansos con mis amigos, hablando de cualquier cosa, desde temas relacionados con la facultad hasta cosas sobre nuestra vida personal, pero también puedes realizar actividades extracurriculares o reunirte con tus compañeros para realizar proyectos en grupo. Todo esto forma parte del proceso de convertirte en el médico que quieres ser.
Consejo de aprendizaje de Lecturio: Dedica unos minutos de tu tiempo libre a organizar tus pensamientos y tareas pendientes. Una buena manera de hacerlo es añadir a tu Planificador de Estudios personal las videoconferencias de Lecturio que quieras ver más tarde.
Después de la escuela siempre hay más cosas que hacer
Aprovecha todas las oportunidades que tengas para estudiar. Cuando terminan las clases, a las cinco de la tarde, me dirijo a la biblioteca para estudiar. Normalmente lo hago en grupos de estudio con amigos o gente conocida. Aunque no hables con ellos la mayor parte del tiempo, es bueno tener alguien cerca que te ayude cuando tienes problemas para entender algo. A diferencia de mi experiencia en la escuela, nunca se aprende lo suficiente en la facultad de medicina. Siempre tendrás la sensación de que hay algo más que aprender, y esa sensación probablemente sea correcta.
Encuentra tu ritmo de estudio. He oído decir que se necesitan tres lecturas para memorizar el material y digerirlo. Personalmente, estudio utilizando las flashcards de Anki a partir de mis apuntes de las clases del día y del libro (primera lectura). Luego, esté donde esté, repaso las fichas hasta completarlas (segunda lectura) durante el trayecto de las nueve de la noche a casa. Por último, vuelvo a repasar mis apuntes cuando llego, alrededor de las diez de la noche, subrayando la información que no he memorizado de mis tarjetas (tercera lectura). Repito ese proceso cada día, repasando las tarjetas de los días anteriores hasta el siguiente examen. Ten en cuenta que no todos los procesos funcionan para todo el mundo, pero esto es lo que me funcionó a mí. Vivimos en el siglo 21 y tenemos acceso a bibliotecas en línea, aplicaciones móviles y videotutoriales de fácil comprensión para que digerir la información sea mucho más sencillo. Solo tienes que encontrar lo que funciona para ti.
Consejo de aprendizaje de Lecturio: ¿Sabías que puedes repasar los cuestionarios de repetición espaciada de Lecturio fácilmente en tu teléfono con la aplicación móvil gratuita? El algoritmo te indica cuándo y qué debes repetir para lograr la máxima retención.
Aprende cuándo hay que tomar descansos. No tiene sentido estudiar cuando estás rendido. Tienes que aprender qué es lo que te mantiene en ritmo antes de que tus notas empiecen a deteriorarse, pero está bien pasar una o dos noches por semana sin hacer nada relacionado con la escuela de medicina. En mi caso, suelen ser los viernes y los domingos; salgo con amigos o me quedo en casa y me relajo. Aunque me pase horas y horas estudiando, saco tiempo para hacer las cosas que disfruto. Es mejor estudiar de forma inteligente que estudiar mucho.
Dormir es importante. Antes de que el reloj marque la medianoche, suelo terminar con mi cuota de estudio y me preparo para ir a la cama. No aconsejo mi horario de sueño. Solo cumplo este horario porque vivo a 14 km de la escuela. Lo ideal es que un estudiante duerma ocho horas al día.
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Así que, al final del día…
…no importa si pasas cinco horas o una hora diaria estudiando, siempre que te funcione. Cada persona tiene un estilo de aprendizaje diferente que desarrolla a lo largo de sus años en la facultad de medicina. Tengo compañeros que solo estudian en clase y se pasan el tiempo en casa jugando videojuegos, pero hay otros que cumplen un horario estricto, como yo. Al fin y al cabo, cuando el día termine, querrás dormir sintiéndote satisfecho después de un duro día de trabajo, y preparado para lo que venga.